
La fatiga relacionada con el cáncer es una de las quejas más comunes de los pacientes y sobrevivientes de esta enfermedad. Este tipo de cansancio, que ocurre típicamente durante el tratamiento o en el año siguiente, es especialmente difícil porque puede durar mucho tiempo y no desaparece después de dormir o descansar.
Un número creciente de investigaciones muestra que los pacientes de cáncer que hacen ejercicio con regularidad dicen que se sienten menos cansados.
Si le interesa comenzar una rutina de ejercicios para combatir el cansancio, considere estos consejos:
Un número creciente de investigaciones muestra que los pacientes de cáncer que hacen ejercicio con regularidad dicen que se sienten menos cansados.
Si le interesa comenzar una rutina de ejercicios para combatir el cansancio, considere estos consejos:
- Elija un ejercicio que le guste. Es mucho más probable que se mantenga activo si le gusta lo que hace. Muchos pacientes con cáncer prefieren caminar como su forma de ejercicio, pero otros ejemplos son andar en bicicleta, nadar o correr. También pueden resultarle beneficiosos los ejercicios mentales y corporales como el qigong, el tai chi y el yoga, todos disponibles en el Centro Zakim de Dana-Farber.
- Consulte con su médico. Antes de comenzar, asegúrese de que su plan de ejercicio no interfiera con su tratamiento o recuperación. Pregúntele a su médico si debe tomar alguna precaución y si hay actividades que debe evitar.
- Empiece a un ritmo que se adapte a su nivel de aptitud física. Idealmente, conviene hacer de 3 a 5 horas de actividad moderada por semana para reducir el cansancio. Pero no intente aumentar su nivel de actividad más de un 10 % cada semana. Por ejemplo, si habitualmente camina 10 minutos por día, no aumente a 30 minutos de un día para otro. Aumente gradualmente. Comience con una actividad ligera por períodos breves y aumente el tiempo poco a poco hasta llegar a 5 horas de actividad por lo menos.
- No exagere. Si nota que el cansancio empeora cuando hace ejercicio, tal vez esté tratando de hacer demasiado. Otras señales de advertencia para tener en cuenta al hacer ejercicio son: mucha dificultad para respirar, ritmo anormalmente rápido del corazón o mareos. Preste atención a su cuerpo. Si no se siente bien, disminuya la intensidad del ejercicio.
Recuerde, un poco es mejor que nada. Cuando dirijo una clase de ejercicio para mujeres o me reúno con pacientes para una consulta de ejercicio gratuita, me gusta recordarles que incluyo los pasos pequeños ayudan. La actividad física ofrece una variedad de beneficios a los pacientes con cáncer. Ayuda a reducir el estrés, fortalece la masa muscular, mejora el estado de ánimo y el sueño, y más.
Si no se siente suficientemente bien para hacer ejercicio, incluso salir de la casa para dar un paseo corto por la cuadra puede ser útil.O puede comenzar un programa de estiramiento para recuperar su rango de movimiento. La clave es estar activo, incluso un poquitito, para mantener la movilidad y la flexibilidad.
Visite la página de Slideshare de Dana-Farber para ver una presentación con estos consejos de ejercicio (en inglés).