Todos los cánceres de seno se forman inicialmente dentro de un conducto de leche (galactóforo), cerca de donde éste se conecta con la glándula mamaria, o lobulillo. Esta estructura se denomina unidad ductolobulillar terminal. Si las células anormales permanecen dentro del conducto de leche, el cáncer se conoce como carcinoma in situ. Si se salen del conducto de leche y penetran el tejido adiposo del seno, el cáncer se convierte en un cáncer de seno invasivo.
Los patrones de crecimiento del cáncer lobulillar invasivo y del cáncer ductal invasivo son muy diferentes. El cáncer lobulillar invasivo tiende a crecer en una sola fila a través del tejido adiposo del seno. El cáncer ductal invasivo, en cambio, tiende a cambiar las estructuras glandulares del seno y es más probable que forme una masa tumoral.
El cáncer lobulillar invasivo generalmente no forma bultos. Se lo encuentra palpando (presionando levemente) el seno. Suele parecer una llenura o endurecimiento de una parte del seno, que se siente diferente de la región circundante. En una mamografía, tiene la apariencia de una zona distorsionada. El diagnóstico se confirma extrayendo una pequeña muestra de tejido anormal con una aguja y examinándola con un microscopio. En la mayoría de los casos, este tipo de cáncer tiene receptores estrogénicos. Esto significa que puede utilizar la hormona estrógeno para crecer.
“El enfoque de tratamiento quirúrgico del cáncer de seno invasivo es el mismo ya sea si se trata de cáncer lobulillar invasivo o de cáncer ductal invasivo”, explica la Dra. Tari King, directora de cirugía del seno en el Centro Susan F. Smith para Cánceres de la Mujer de Dana-Farber, que ha estudiado ambos tipos de cáncer. La mayoría de las mujeres con cáncer de seno invasivo se someten primero a una cirugía para extraer el tumor. Dependiendo de su tamaño, las opciones quirúrgicas incluyen la tumorectomía (extracción del tumor y de un margen del tejido que lo rodea) o la mastectomía (extracción de todo el seno). También es importante determinar si las células cancerosas se han diseminado del seno a los ganglios linfáticos de la axila.
Después de la cirugía, el tratamiento puede consistir en radioterapia para eliminar cualquier grupo microscópico de células cancerosas restantes en la región del tumor, y/o quimioterapia para destruir las células cancerosas que podrían haberse diseminado al torrente sanguíneo o al sistema linfático. “En las pacientes con tumores receptores de estrógeno, el tratamiento endocrino para reducir la cantidad de estrógeno en el cuerpo también es un tratamiento muy efectivo”, dice la Dra. King.
¿Qué es el carcinoma lobulillar in situ (CLIS)?
El término carcinoma lobulillar in situ se refiere a un cambio en el que el lobulillo contiene células parecidas a las del cáncer de seno invasivo. “Aunque el CLIS no es una forma de cáncer ni se lo trata como tal, indica un riesgo mayor de que se forme cáncer en el futuro, en cualquiera de los senos”, explica la Dra. King. Las mujeres con CLIS tienen una probabilidad del 20 al 25% de tener carcinoma ductal in situ o cáncer de seno invasivo en los 15 años siguientes al diagnóstico de CLIS (un riesgo 8 a 10 veces mayor que en las mujeres de la población general).
Los autoexámenes y las mamografías de rutina no detectan el CLIS. La mayoría de los diagnósticos se hacen por casualidad: las células anormales se descubren al hacer una biopsia por otros problemas de seno, como calcificaciones o tumores benignos. Por este motivo, se lo conoce como un “hallazgo casual” y ocurre hasta en un 4% de las biopsias de seno que, de lo contrario, serían benignas.
En las mujeres con CLIS se pueden formar cánceres invasivos ductales o lobulillares. Pero lo importante es que cuando una mujer con CLIS tiene cáncer de seno, casi siempre tiene receptores estrogénicos. Esto significa que las mujeres con CLIS pueden tomar medicamentos como tamoxifeno, Evistaâ o inhibidores de la aromatasa —que bloquean la acción del estrógeno o impiden que se produzca— para reducir el riesgo de cáncer de seno. Los estudios recientes muestran que estos medicamentos pueden reducir el riesgo hasta en un 70%.
“Un diagnóstico de CLIS no significa necesariamente que se vaya a tener cáncer de seno, pero es importante que las mujeres que hayan recibido ese diagnóstico estén informadas del valor del tratamiento preventivo”, dice la Dra. King. “El beneficio puede ser sustancial.”
Más Recursos
Cuidados durante y después de la Quimioterapia
Información de Radiología
El cáncer lobulillar invasivo generalmente no forma bultos. Se lo encuentra palpando (presionando levemente) el seno. Suele parecer una llenura o endurecimiento de una parte del seno, que se siente diferente de la región circundante. En una mamografía, tiene la apariencia de una zona distorsionada. El diagnóstico se confirma extrayendo una pequeña muestra de tejido anormal con una aguja y examinándola con un microscopio. En la mayoría de los casos, este tipo de cáncer tiene receptores estrogénicos. Esto significa que puede utilizar la hormona estrógeno para crecer.
“El enfoque de tratamiento quirúrgico del cáncer de seno invasivo es el mismo ya sea si se trata de cáncer lobulillar invasivo o de cáncer ductal invasivo”, explica la Dra. Tari King, directora de cirugía del seno en el Centro Susan F. Smith para Cánceres de la Mujer de Dana-Farber, que ha estudiado ambos tipos de cáncer. La mayoría de las mujeres con cáncer de seno invasivo se someten primero a una cirugía para extraer el tumor. Dependiendo de su tamaño, las opciones quirúrgicas incluyen la tumorectomía (extracción del tumor y de un margen del tejido que lo rodea) o la mastectomía (extracción de todo el seno). También es importante determinar si las células cancerosas se han diseminado del seno a los ganglios linfáticos de la axila.
Después de la cirugía, el tratamiento puede consistir en radioterapia para eliminar cualquier grupo microscópico de células cancerosas restantes en la región del tumor, y/o quimioterapia para destruir las células cancerosas que podrían haberse diseminado al torrente sanguíneo o al sistema linfático. “En las pacientes con tumores receptores de estrógeno, el tratamiento endocrino para reducir la cantidad de estrógeno en el cuerpo también es un tratamiento muy efectivo”, dice la Dra. King.
¿Qué es el carcinoma lobulillar in situ (CLIS)?
El término carcinoma lobulillar in situ se refiere a un cambio en el que el lobulillo contiene células parecidas a las del cáncer de seno invasivo. “Aunque el CLIS no es una forma de cáncer ni se lo trata como tal, indica un riesgo mayor de que se forme cáncer en el futuro, en cualquiera de los senos”, explica la Dra. King. Las mujeres con CLIS tienen una probabilidad del 20 al 25% de tener carcinoma ductal in situ o cáncer de seno invasivo en los 15 años siguientes al diagnóstico de CLIS (un riesgo 8 a 10 veces mayor que en las mujeres de la población general).
Los autoexámenes y las mamografías de rutina no detectan el CLIS. La mayoría de los diagnósticos se hacen por casualidad: las células anormales se descubren al hacer una biopsia por otros problemas de seno, como calcificaciones o tumores benignos. Por este motivo, se lo conoce como un “hallazgo casual” y ocurre hasta en un 4% de las biopsias de seno que, de lo contrario, serían benignas.
En las mujeres con CLIS se pueden formar cánceres invasivos ductales o lobulillares. Pero lo importante es que cuando una mujer con CLIS tiene cáncer de seno, casi siempre tiene receptores estrogénicos. Esto significa que las mujeres con CLIS pueden tomar medicamentos como tamoxifeno, Evistaâ o inhibidores de la aromatasa —que bloquean la acción del estrógeno o impiden que se produzca— para reducir el riesgo de cáncer de seno. Los estudios recientes muestran que estos medicamentos pueden reducir el riesgo hasta en un 70%.
“Un diagnóstico de CLIS no significa necesariamente que se vaya a tener cáncer de seno, pero es importante que las mujeres que hayan recibido ese diagnóstico estén informadas del valor del tratamiento preventivo”, dice la Dra. King. “El beneficio puede ser sustancial.”
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