
En Estados Unidos, las comidas procesadas se han convertido en un alimento básico; representan el 90 % de las dietas del país. Suelen ser más económicas y, al final de un día largo, les ahorran tiempo a las personas que trabajan y están muy ocupadas.
Sin embargo, la investigación de la Organic Trade Association (Asociación de Comercio Orgánico) muestra que las tendencias están empezando a cambiar. Las ventas de productos orgánicos aumentaron alrededor de un 5 % en 2009, alcanzando un total de $26,600 millones. Y la venta de frutas y verduras, el rincón más popular del mercado orgánico, aumentó en un 11 % ($9,500 millones).
Stacy Kennedy, MPH, RD, nutricionista clínica veterana en Dana-Farber/Brigham and Women’s Cancer Center, señala algunas verdades importantes sobre los alimentos orgánicos.
Sin embargo, la investigación de la Organic Trade Association (Asociación de Comercio Orgánico) muestra que las tendencias están empezando a cambiar. Las ventas de productos orgánicos aumentaron alrededor de un 5 % en 2009, alcanzando un total de $26,600 millones. Y la venta de frutas y verduras, el rincón más popular del mercado orgánico, aumentó en un 11 % ($9,500 millones).
Stacy Kennedy, MPH, RD, nutricionista clínica veterana en Dana-Farber/Brigham and Women’s Cancer Center, señala algunas verdades importantes sobre los alimentos orgánicos.
Mito 1: Los alimentos orgánicos son mejores para la salud.
Realidad: No hay ninguna evidencia científica que vincule específicamente el consumo de alimentos orgánicos con un menor riesgo de cáncer, dice Kennedy. Todos los estudios que señalan los beneficios de una dieta rica en productos agrícolas para la prevención del cáncer se basan en frutas y verduras cultivadas de forma convencional, que se venden en una tienda de comestibles típica. El Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research) dice que aunque algunas personas prefieren los productos orgánicos, comer más frutas y verduras, sin importar cómo se cultiven, supera cualquier riesgo potencial de los pesticidas usados en los productos agrícolas no orgánicos. Kennedy recomienda lavar bien las frutas y verduras con agua, e incluso usar un poco de vinagre (1 parte de vinagre blanco y 3 partes de agua, y luego enjuagar con agua fresca). Nunca use detergente para lavar platos.
“Tiene sentido que le prestemos atención a la fuente de nuestra comida y la manera en que se produce”, dice Kennedy. “Pero la conversación se debería centrar en que sean alimentos cultivados localmente. Mientras más pronto se consuma una fruta o verdura después que se ha cosechado, más nutrientes tiene. Si las manzanas orgánicas que hay en el mercado son de Nueva Zelanda, la manzana cultivada localmente puede ser una mejor opción.”
Kennedy recomienda buscar en http://www.massfarmersmarkets.org/ o en www.localharvest.org una lista de agricultores de Massachusetts que venden productos de cultivo local el año entero, incluso en los meses de invierno (información disponible en inglés).
Mito 2: Los productos químicos usados en los alimentos deben ser digeribles porque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) los permite.
Realidad: Los alimentos procesados pueden ser convenientes, pero muchos de los productos químicos y sintéticos que se mencionan en la etiqueta se han relacionado con el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Algunos de los peores ingredientes son las grasas trans, el sirope de maíz alto en fructosa, los granos blanqueados y cualquier alimento con alto contenido de sodio.
“Las grasas trans son como alambre de púas en el cuerpo”, dice Kennedy. “Las grasas trans se fabrican para prolongar la vida útil de los productos. Por eso, cuando se ingieren, se vuelven rígidos y ásperos en el cuerpo y causan inflamación e irritación que puede ser perjudicial para las células.” Puede haber algo de grasas trans en un producto aunque la etiqueta diga que tiene 0 g por porción, porque según la ley de etiquetado, menos de medio gramo por porción puede listarse como cero. Si un producto tiene 3 porciones y 0.4 gramos de grasas trans por porción, usted podría terminar consumiendo 1.2 gramos, no cero. Mire la lista de ingredientes y evite cualquier producto que tenga aceites parcialmente hidrogenados, que es otra forma de decir grasas trans.
Kennedy recomienda comer alimentos frescos siempre que sea posible y reemplazar la sal con especias como orégano o tomillo. Para las fiestas, puede preparar galletitas con trocitos de chocolate (chocolate chip cookies) usando para la masa la mitad de harina integral y agregando germen de trigo. Además, en lugar de mantequilla, puede usar una mezcla de aceite de oliva o canola y salsa de manzana.
Limitar el uso de alimentos muy procesados, con mucho azúcar y sin valor nutricional, dejará más espacio en su dieta para opciones saludables y también le ayudará a controlar el peso y a prevenir el cáncer, explica Kennedy. Puede encontrar una lista de recetas saludables (en inglés) en www.dana-farber.org/nutrition; y en Fighting Cancer With Your Fork hay una presentación de la nutricionista Hillary Wright, de Dana-Farber.
¿Compra productos orgánicos más a menudo que antes? ¿Qué productos orgánicos hay siempre en su cocina?
Realidad: No hay ninguna evidencia científica que vincule específicamente el consumo de alimentos orgánicos con un menor riesgo de cáncer, dice Kennedy. Todos los estudios que señalan los beneficios de una dieta rica en productos agrícolas para la prevención del cáncer se basan en frutas y verduras cultivadas de forma convencional, que se venden en una tienda de comestibles típica. El Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research) dice que aunque algunas personas prefieren los productos orgánicos, comer más frutas y verduras, sin importar cómo se cultiven, supera cualquier riesgo potencial de los pesticidas usados en los productos agrícolas no orgánicos. Kennedy recomienda lavar bien las frutas y verduras con agua, e incluso usar un poco de vinagre (1 parte de vinagre blanco y 3 partes de agua, y luego enjuagar con agua fresca). Nunca use detergente para lavar platos.
“Tiene sentido que le prestemos atención a la fuente de nuestra comida y la manera en que se produce”, dice Kennedy. “Pero la conversación se debería centrar en que sean alimentos cultivados localmente. Mientras más pronto se consuma una fruta o verdura después que se ha cosechado, más nutrientes tiene. Si las manzanas orgánicas que hay en el mercado son de Nueva Zelanda, la manzana cultivada localmente puede ser una mejor opción.”
Kennedy recomienda buscar en http://www.massfarmersmarkets.org/ o en www.localharvest.org una lista de agricultores de Massachusetts que venden productos de cultivo local el año entero, incluso en los meses de invierno (información disponible en inglés).
Mito 2: Los productos químicos usados en los alimentos deben ser digeribles porque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) los permite.
Realidad: Los alimentos procesados pueden ser convenientes, pero muchos de los productos químicos y sintéticos que se mencionan en la etiqueta se han relacionado con el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Algunos de los peores ingredientes son las grasas trans, el sirope de maíz alto en fructosa, los granos blanqueados y cualquier alimento con alto contenido de sodio.
“Las grasas trans son como alambre de púas en el cuerpo”, dice Kennedy. “Las grasas trans se fabrican para prolongar la vida útil de los productos. Por eso, cuando se ingieren, se vuelven rígidos y ásperos en el cuerpo y causan inflamación e irritación que puede ser perjudicial para las células.” Puede haber algo de grasas trans en un producto aunque la etiqueta diga que tiene 0 g por porción, porque según la ley de etiquetado, menos de medio gramo por porción puede listarse como cero. Si un producto tiene 3 porciones y 0.4 gramos de grasas trans por porción, usted podría terminar consumiendo 1.2 gramos, no cero. Mire la lista de ingredientes y evite cualquier producto que tenga aceites parcialmente hidrogenados, que es otra forma de decir grasas trans.
Kennedy recomienda comer alimentos frescos siempre que sea posible y reemplazar la sal con especias como orégano o tomillo. Para las fiestas, puede preparar galletitas con trocitos de chocolate (chocolate chip cookies) usando para la masa la mitad de harina integral y agregando germen de trigo. Además, en lugar de mantequilla, puede usar una mezcla de aceite de oliva o canola y salsa de manzana.
Limitar el uso de alimentos muy procesados, con mucho azúcar y sin valor nutricional, dejará más espacio en su dieta para opciones saludables y también le ayudará a controlar el peso y a prevenir el cáncer, explica Kennedy. Puede encontrar una lista de recetas saludables (en inglés) en www.dana-farber.org/nutrition; y en Fighting Cancer With Your Fork hay una presentación de la nutricionista Hillary Wright, de Dana-Farber.
¿Compra productos orgánicos más a menudo que antes? ¿Qué productos orgánicos hay siempre en su cocina?